Mis terrazas del casco antiguo

Mis terrazas del casco antiguo

fachada-dosHe vuelto a ver aquellas terrazas del centro que nunca puedo visitar contigo. Yo encuentro románticas esas mesas con velas, pero tú te imaginas porreros en ellas. Yo soy un explorador de calles castizas y tú una aficionada al centro comercial. Donde yo presiento aromas tú detectas pestes. Donde yo contemplo jardines, tú vuelves la cara para no advertir la mugre. Llamas gentuza a lo que yo considero contrastes. Lo que yo digo que es interesante tú lo tachas de turbio. La asepsia con la que disfrutas no me permite pasear. Si le encuentro el sabor, tu señalas lo sucio. Me apasiona lo diferente y a ti te aterra. Yo querría encontrar un tiendurrio de partituras antiguas y tu buscas la escalera mecánica de un gran almacén. Soy un inspirado improvisador con una compañera demasiado ordenada. Te gusta ir a donde te han contado y a mi hacer mis 394692_7propios descubrimientos. Yo soy un soñador improductivo y tú eres de un realismo castrante. Lo que nos separa no es nuestra manera pensar. Es el modo de sentir y el de mirar. Ninguno de los dos tenemos la culpa
turistastomansol--644x362 lamucca_ok Calle_de_Preciados_(Madrid)_02 madrid-lalatinacopas

terrazas_de_verano_en_madrid_.

Hoy lo he visto por primera vez

descarga (5)

 

Hoy me ha ocurrido algo muy especial. Estaba lavándome las manos cuando, como es normal, he levantado la vista. Entonces ha sucedido. He descubierto al hombre que estaba al otro lado del espejo. ¡A pesar de tantos años sin verlo! Está mucho más mayor, claro. Muy cambiado. Eso da un poco de pena. Pero no me cabe duda: era yo. Me ha caído bien. Ha sido solamente un instante, pero preveo que va a aparecer cada vez más a menudo, hasta despedir definitivamente al joven, a ese joven inviable, que me empeño en no dejar de ser.

Estoy contento y deseando volverme a ver.

Yo soy un hombre abierto

Alguien abierto es el que respeta y acepta de modo tolerante que puede haber planteamientos distintos al suyo y se interesa por comprenderlos. En ese sentido, y sólo en ese, yo soy un hombre abierto. No lo es  el que se apunta a lo más moderno si desprecia a los que no lo hacen. No es más abierto el más radical, y de hecho, si eres realmente abierto, es difícil que no seas también moderado en todo. Conceptual Illustration of a open minded man. Human-computer. ThSer de izquierdas no es ser más abierto. La izquierda y la derecha son las dos ideologías políticas igualmente oficiales de nuestro tiempo. Si descalificas a los individuos en función de sus ideas, no eres abierto. No es más abierto quien se arriesga con todo tipo de drogas, ni el que practica todo tipo de sexualidad. No es cierto que haya que probarlo todo. No ensayo con nada que me produzca asco o cualquier tipo de rechazo o simplemente no me interesa. El mundo es infinito para el tamaño del hombre y, puestos a explorar, siempre hay otras cosas que sí que me interesan y no me degradan. No intentes aquello que pueda dañar tu salud o simplemente no te sometas a experiencias que puedan alterar tu personalidad de un modo indeseable e inconveniente. No hace falta que te apuntes a la comida vegetariana, la ecología o cualquier otra tendencia. Puedes hacerlo o no. Lo importante es que aceptes con normalidad lo que otros hagan si te respetan a ti. Cualquier actitud militante es lo contrario de una mentalidad abierta. Es abierto el que trata de entender al otro. No el que trata de ser como todos los personajes no convencionales que encuentra en su camino. Ser abierto no implica ser neutral, ni neutro, ni abstencionista, no supone carecer de un modo propio de ver la vida. No significa que tú tengas que poderme moldear. Ser abierto no significa carecer de identidad. No hay que ser amorfo. Se puede tener opinión, cualquier opinión, incluidas todas las posibles, hasta las más clásicas y extendidas. Ser abierto no implica tener que instalarse de por vida en la inmadurez.   Quien presuma de mente abierta, que me acepté a mí también en mi faceta de insufrible normalidad convencional. Entiéndelo bien de una vez: para ser abierto, no necesito ser como tú.

SALMOS ATEOS Oraciones hacia el vacío. LEJOS de MÍ.


imagesSALMOS ATEOS.

Oraciones hacia el vacío.

LEJOS de MÍ.



Estoy lejos de todo. 

Lejos de ti. Lejos de mi.
Espérame. 

Yo no quería estar aquí.

No quería estar aquí.
Estoy en el horizonte al que nunca se llega.
Estoy en el laberinto de las tinieblas.
Y créeme, no quería estar aquí.

No cantan los pájaros.
La tarde es eterna,
porque estoy en un lugar que no tiene noche.

No quería estar aquí.

Estoy solo.
Tanto que no te recuerdo.
No te tengo a ti, no me tengo a mi.

Aquí hay desolación pero no soledad.
Mi pasado se ha perdido. Y no lo puedo buscar.

Yo no quería estar aquí.amber4

Tráeme solo tu voz.
Luego sigue tu camino.
Ve sabiendo que yo
no quería estar aquí.

Pero dame tu voz,
si me duermo en este país sin noche,
hecho de tardes eternas.

Soy un insecto que habita
en un planeta de resina.
Soy un hombre de plomo
cayendo deprisa en un lago sin vida
que no tiene fondo ni luz.

Yo no quería estar aquí.

Soy un bote sin remos.
Soy un coche sin ruedas.
Soy el alma de un no nacido.
Un no nacido despierto.

La hoja que el río lleva
camina en dirección al mar.

Ve en mí un plato boca abajo.
Una ventana pintada en la pared.
Soy un objeto imposible.

No quería estar aquí.
Y créeme, de verdad
que no quería estar aquí.

Pero estoy lejos,
muy lejos de todo.
Lejos de mí. Lejos de ti.

Espérame. O no me esperes.

No me esperes más.

Yo no quería estar aquí.

Demasiadas frases

10169387_724471244263405_448583577_nSufrimos una epidemia de frases huérfanas muy apreciadas por mujeres de mediana edad y otros humanos en apuros. La gente abandona estas palabras como si fueran globos, esperando verlas elevarse hacia el cielo infinito para que, de paso, tiren del débil espíritu de supervivencia del hombre actual. Y tal como sucede con los globos, que nunca sabe uno dónde y cuándo cayeron de regreso a pisar tierra, estas pretenciosas declaraciones parecen desintegrarse por el camino, en algún lugar de la atmósfera sin que les oigamos hacer pop. Frases  de padres desconocidos, manoseadas y prostituidas, muy categóricas todas, y supuestamente motivadoras; enunciadas como si fueran la clave para salvar el mundo. De duración efímera porque nada sabemos de su contexto, ni a qué razonamiento completo pertenecen o qué filosofía exponen. Con la cabeza hueca, el humano más informado e inconsistente de la historia, lanza sus globitos a semejanza de sus cráneos, llenos de aire o de un gas todavía más liviano, de menor peso aun. La única esperanza es recibir la sonrisa de otro infeliz que aplauda y obtener el apoyo de una ilusoria lucidez, y con ese ánimo, poder pechar con un tiempo al que todos creemos que algo le falta. En realidad le falta mucho y le sobra casi todo a esta civilización del nuevo patán. Tan informado y tan confundido.  Así de perdido.

¿Con quién quieres hablar?

Hay un yo más consistente. Sin tanta tontería. Otro más dicharachero. Me gusta más el serio. Pero me lo paso mejor con esta otra identidad superficial y alegre. Otra de mis personalidades es la de muermo, y víctima de atropellos. Infeliz y pupas. Este se parece mucho al tímido, aunque el tímido tiene mucha más miga… Y es generoso. Luego está mi mente de científico racionalista. Es una de mis favoritas, pero ¿a quién le interesa? Supongo que ya conocéis al soñador, cuya mirada se funde con el mar y traspasa el horizonte hasta alcanzar a tus ojos. Eso por lo menos.

Luego tengo dos personajes que riñen por tomar el control. Uno es el adolescente. Fundamental para conocerme. Es de lo mejor que tengo. Pensarás que al adolescente se contrapone el adulto. Te confundes: el que lucha con el adolescente es el niño. Con el niño juega aveces el padrazo, que  solo va con mis hijos, claro. En algunos aspectos no da la talla pero en otros se esfuerza en ser verdaderamente cariñoso y especial. A este le acompaña un sacerdote moralista algo cargante, el cuál discute mucho también con otra firma de cuidado: no sé si es seductor o ligón. Depende. Digo yo que tirará hacia hortera, como la canción aquella del que fue paloma por querer ser gavilán. ¡Ay,amiga! Lamentable muchacho, pero tiene mucho de bueno verle cómo desafía el paso de los años. ¡Y cuánto bien hace… ! Pero luego el fiel no le permite pasarse  nada de nada.

El adulto rara vez hace acto de presencia. No se mete casi, pobre hombre. No nos soporta a algunos de nosotros, como por ejemplo al enamorado, al soñador… Con estos tiene poco que ver. El adulto se lleva bien con el ejecutivo, pero más por respeto que por afinidad real. Con estos dos suelen salir a charlar mi faceta realista. Un tipo a la vez cínico y descarnado. En lo crudo coincide con el melodramático y con el pesimista. ¡Vaya par! Si los ves, sal corriendo. Quedan a veces a comentar las noticias con mi yo del sentido del deber: el responsable.
El muermo que he mencionado antes es otro, pero no te creas que le aceptan del todo.
Algo tiene en común con el trabajador incansable. Siempre recriminando al procrastinador, un tío muy bohemio que  últimamente me resulta francamente molesto. ¡Con lo bien que me he llevado siempre con él! Pero nos estamos distanciando…
No le quites la vista al elocuente. Piensa bien, se expresa mejor, es contundente, ecuánime y sin embargo justiciero. No viene para cualquier cosa…
En fin, como he empezado diciendo, hay un yo más consistente y sin tanta tontería. Pero es muy caro de ver. Ojalá viniese más, y así te lo podría presentar.

12 hombres sin piedad