El progreso de la cultura occidental está en la caída paulatina de los estereotipos. Significa no tratarte de un modo especial en función de tu género, religión, procedencia, clase social, nivel cultural, profesión…. Es la prolongación natural de una cultura de derechos humanos. Si en una reunión de profesionales hay cuatro mujeres y un hombre, la bromita de decir el hombre «estoy en minoría» no implica odio a la mujer ni mucho menos. Pero denota una mentalidad anticuada, torpe, porque en esa reunión hay cinco profesionales y lo demás es irrelevante. El sexo, la religión, o cualquier otra condición humana, puede ser importante, pero nada nos define totalmente y tratar a alguien en función de su etiqueta o estereotipo lo limita y es casi una falta de respeto. El caso más enfermo individual y socialmente es cuando el estereotipo alcanza 1378-la-ignorancia-los-prejuicios-y-el-miedo-caminan-tomados-de_380x280_widthel grado de prejuicio. Implica toda una opinión previa respecto a personas y es generalmente negativa. Los prejuicios son devastadores y generan las ideologías más nefastas. Los prejuicios han sido el mayor freno mental al progreso a lo largo de la historia. Pero lo peor es cuando tienen que ver con personas. Por ejemplo el nacionalismo, que se basa solo en teorizar sobre interpretaciones y opiniones arbitrarias del tipo nosotros somos así, los que no son así no merecen ser de aquí, los de fuera no son como nosotros, mezclarnos con estos nos empeora, los de fuera quieren quitarnos lo nuestro, nos roban…  Históricamente, estas simplezas provocan las mayores catástrofes.

Obviar estereotipos nos moderniza, nos hace más cultos, más educados, más civilizados, más pacíficos y mejores personas. Respeta a todos escrupulosamente y todos te respetarán. Combate los estereotipos. Combate los prejuicios. Combate los nacionalismos. Haz un entorno social mas feliz.