No es como cruzar el Amazonas por un puente colgante. Tampoco te pido que te conviertas en un héroe o heroína de película. Esto es mucho más fácil. Solo debes atravesar un pequeño arroyo. Es el que te separa a ti de tus sueños. No es un abismo. Solo puedes mojarte un poco los pies si te caes. Nada más. Y afortunadamente tienes este precioso y pequeño puente artesanal para apoyarte.
Quieres soñar. Quieres pensar. Quieres escribir.
No lo aplaces más.
Atrévete a dar dos simples pasos. Te estamos ofreciendo nuestras manos al otro lado.
Taller Enrique Brossa de Escritura y Reflexión
actividades@desafiosliterarios.com