Respóndeme si puedes. ¿Qué culpa tiene el cisne, de que existan los patos? ¿Debe pedir perdón el águila real a las gallinas? ¿Tiene que ser modesto el sol y apagarse para no ofender a los otros astros menores? ¿Merece el niño recibir picotazos de los mosquitos? ¿Aconsejas al erudito limpiarse la boca con la manga para integrarse entre los patanes? ¿Instarías a la montaña a tratar de agacharse más que el arroyo? ¿Esperas de mi que siga siendo bueno contigo pese a que tú no sepas valorarlo ni entenderlo? ¿Crees que debo sentir agradecimiento pese a tus mezquindades y traiciones porque pudiste haberme asesinado un día en que distraidamente me puse de espaldas y no lo hiciste? La respuesta a todas estas preguntas es una sola, clara y concisa: ¡que te jodan!