Mi mujer cada vez estaba más preocupada.
-¿A qué te estás dedicando todo el día? Entras y sales, parece que estés activo. Pero no me cuentas nada. ¿Qué vamos a hacer para salir de esto?
-Todavía no lo sé.
-¿Pero qué es lo que haces?
-Estoy luchando.
-¿Cómo? ¿Con abogados?
-No. Estoy luchando contra una parte de mí mismo.

Rossana suspiró y salió de la sala diciendo:
-Dios mío…1196712342_f