Un espabiladillo menos a mi alrededor significa aportar a mis cosas más tiempo. Ese que nadie tiene que hacerme perder.

Advertecia a la gente que dice que soy muy educado. No es cierto. Hay un bruto dentro de mí. Un energúmeno que acecha.
Soy tan sofisticado como un huevo duro. O quizá, como dos. Soy de al pan pan.
Me gustan las cosas claras, y con los contornos bien delimitados. Creo en lo bueno y en lo malo. En lo correcto y en lo incorrecto. En lo hermosos y en lo feo. Prefiero lo primero. Me gusta lo noble, detesto a los impresentables, y los alejo de mí. Y no soporto la más mínima pillería. Soy en eso muy estricto. A veces hay gente a la que le das la mano y mientras te sonríe notas que está pensando el modo de aprovecharse de ti. Si tratan de quitarme 10.000 euros es grave, pero si lo que me quitan vale como un simple cigarrillo, es mucho peor.Cuanto más nimio es lo que te hurtan, más pequeños, miserables e innecesarios son esos personajes insolentes y menos valoran tu amistad. Y en un mundo de listillos, es decir, en el mundo que hay, acepto mi incompatibilidad con todo eso a cambio de un aislamiento espléndido. A mi alrededor quiero verdaderos humanos. Los insectos que se vayan a cumplir con su función fuera de mi casa.