Demasiadas metáforas, demasiada poesía. Son tantas las palabras, los intentos de alcanzar emociones más intensas…

He soñado con una ciudad llena de idiotas, que escribían mirando la noche desde su cuarto. Hombres y mujeres de todas las edades cuyos corazones aullaban al escuchar una canción. Millones de escritores, uno en cada ventana, escribiendo con tópicos, como que el silencio era atronador, contando el momento en el que lloraban y reían a la vez, y cosas así, cada cual tratando de decir algo que no esté ya demasiado dicho. Y sin poderlo lograr. Todos queriendo parecer agudos, o emotivos, o qué sé yo.

Y sin conseguirlo.

He pensado que… Podemos hacer algo al respecto.

Taller de Escritura Enrique Brossa.