Por ningún lado. No está. Necesito mi rabia y no la encuentro. Esta mañana estaba conmigo… Estuvimos tan juntos y encolerizados…. pero ahora… No puedo creer que ya no esté.
Quién sabe porqué me habrá abandonado. ¿Y si le ha pasado algo?

Vuelve, por favor. Sabes que formas parte de mí. Si tú me faltas, no sé qué voy a hacer.
¡Rabia, vuelve conmigo!