Espero no parecer inmodesto si os cuento que hay algo en lo que soy bastante bueno. Es verdad. No es nada tan importante como para que deba ocultarlo así que os lo voy a confesar. Veréis: se me da muy bien adivinar lo que los personajes van a decir en una película.

Por ejemplo:

En una americana de aventuras, suele ocurrir que cuando el protagonista está herido (el típico balazo en el hombro) y la chica está tratando de curarle (le seca la frente sudorosa y le da sopa), él está inconsciente (lo de la sopa llegará después) y junto a la cama, alguien pregunta preocupado:

-¿Crees que se pondrá bien?

Invariablemente la respuesta es esta:

«No lo sé. Ha perdido mucha sangre…»

Mi habilidad consiste en que, medio segundo antes de que lo diga el televisor, yo lo digo y algunas veces me aplauden por eso en mi casa.

Jamás dicen «todavía está muy débil», o «aun está delirando», o «no lo sé, pero come como una lima» o «ahora mismo acaba de ponerle la mano en el culo a Katy»…

¡Jamás! ¡Nunca! Siempre dicen la misma frase:

«No lo sé. Ha perdido mucha sangre»

También a veces se añade la frase:

«Pero es un hombre luchador y muy terco»

¡¡¡Dios!!!

Por favor: no seáis como las películas. Si hay mil modos de contar algo ¿por qué usar la frase que ya está gastada?