Un egoísmo desmesurado parece un síntoma de debilidad y de inmadurez. Un indicio de que alguien está incompleto. Te asegurará una soledad terrible, y si Dios te concede el éxito, disfrútalo cuanto puedas, porque será lo único que tengas y te va a saber a muy poco. Es una preocupante preferencia por recibir… En todo caso, implica perderse algunas de las mejores cosas de la vida.

Existe un tiempo para todo… Hay momentos para recibir, los hay para arrebatar y también momentos para conceder. Y si sabes no hacerlo indiscriminadamente, es decir, midiendo cuándo, cómo y a quién, aportarás algún sentido a tus actos.

Photo by Ktoine