-He encontrado motivos para echarlo todo a rodar. ¿Por què no lo he hecho? Por no molestarme.
-¿No será que te has detenido por tu sentido de la responsabilidad?
-No. Ha sido por no molestarme.
-¿Te habrán condicionado tus miedos?
-¡Nada de eso! Ha sido porque no corría prisa. Puedo hacerlo más tarde.
-Habrás pensado en el futuro.
-No. Solo he seguido así, por no arrancar. Por no molestarme, ya te lo he dicho.
-¿Te habrá detenido reflexionar respecto a tu familia?
-Podría llegar a pasar por encima de eso también. Pero no he querido molestarme.
-Al menos no has perdido la cabeza.
-Es verdad. Aparentemente hago cosas sensatas. Pero quizás un día la acabe perdiendo.
-¿Por qué?
-Porque sí… Y por no molestarme.