Las personas nos pasamos la vida culpando a los demás de no darse cuenta de lo que no les decimos. La esposa que no se da cuenta de lo cansado que está su marido o viceversa. ¡Pues díselo! El hijo que no se da cuenta de lo que le quieren sus padres. Cuéntaselo y házselo ver. Los padres que no se dan cuenta de la evolución de los hijos. Demuéstralo y díselo. El hombre que no se da cuenta de que le gusta a una mujer, el muy ceporro… ¡Díselo al ceporro o ceporra! Y así sucesivamente. Con lo fácil que es decir las cosas. Pero no. No se dicen. Algunas personas tienen a mi juicio una idea equivocada de lo que es la discreción o la educación. Creen que denota clase, que «da nivel», eludir todo lo que no sean mensajes muy convencionales. Los silencios, los cambios de tema… son molestos y generan malentendidos evitables y problemas absurdos que se disuelven con una ligera explicación.
¿Qué ejemplo podría poner? Ah, sí: Imagínate que has oído hablar del Taller de Enrique Brossa. Seguramente te gustaría asistir a su sesión de los miércoles o los jueves. Pero claro, Brossa no se puede enterar si no se lo dices. Si al menos pones un «megusta» por aquí y por allá, y comentas algo, tipo, «Enrique, has hecho una cumbre con tu última entrada, he estado llorando de emoción debido a la belleza incomparable de tus palabras…» Algo así, discreto, como quien no quiere la cosa… pues al menos sabré de tu existencia. Porque nadie ofrece una sesión, ni ninguna otra cosa a alguien cuya identidad desconoce. La próxima vez que veas que he escrito algo nuevo, tú me pones un comentario tipo, «qué sabias y oportunas son siempre tus palabras, oh, amado Brossa». Y si no reacciono a tiempo pones: «ejem» un par de veces:, Por ejemplo, así: «ejem, ejem» y añades: «que digo yo que qué sabias y oportunas… etcétera». Y yo seguro que caigo y te explico que podrías venir a la sesión del miércoles o el jueves a las 19:30, porque puede entrar una persona. Tú no te decidías a dar el paso, pero, mira, ya que yo insisto, vienes con nosotros un miércoles o jueves.
Y dentro de un año igual presentaremos tu libro.
¡¡¡Pero hay que decirlo!!!
.Taller de escrituraEnrique Brossa
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Miércoles o jueves a las 19:30 de Madrid.
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