Has vuelto a hacer lo mismo.
A poner luto en mis ojos.
A dejar un eco de abatimiento y tristeza.
Sin respeto, ni por ti ni por mí.
Ni por los tesoros que debemos cuidar.

Ha soplado de nuevo
un vendaval de insolencia
de amargura y violencia.
De cólera egoísta, irracional.
Has dado un nuevo empujón..
Para convertir lo que pudo tener sentido
en una chapuza trivial.
Y no diste un solo paso hacia mí
para hablar, para escuchar.
Nuestra vida se he convertido
en un episodio suelto

Comprendo que eres así.
Lo acepto. Es tu realidad.
¿Pero qué comprendes tú?
Si no diste un solo paso hacia mí.
Para compartir, para cambiar.

Has vuelto a cerrar los ojos.
En tu cabeza no penetra una visión
que a ti te cueste asumir.
Tu explicación es un artefacto.
Con tu cólera fuera de cuadro.

Has vuelto a tapar tus oidos.
En tu mente solo se jalean
conveniencias y deseos
Mis palabras son serenas
Pero solo son ruido para ti.
Para mí lo son tus gritos.

No diste un solo paso hacia mí
Para la paz, para aceptar.
.
Nuestra habitación luce tus logros.
Tapizando suelos y paredes
Ocultando muchos vacíos.
Y el vació que te envuelve.

Y ahora sé que nada importa.
No importa de quién es la razón.
De quién el dolor.
De quien la traición y la culpa.
Ahora sé que no importa nada.
Porque no diste un solo paso hacia mí
por superar, para avanzar.

Te falta un sentimiento.
Una cuerda vocal
no te vibra al hablar
Un músculo tuyo no está
donde debería estar.
Gestionas situaciones.
no emociones.
Con estallidos.
Sin miramientos.

No se puede amar sin amar.
Sin escuchar, ni querer.
Sin valorar, ni valer.

Útil para acompañarte al llegar
y para seguirte al volver
hallarás un nuevo idiota
al que tendrás que comprar.

Porque no diste un solo paso real.
Lo tuyo es perder o ganar

Aquí no acaba un relato
que guardar en la memoria
Cuando te oigo, percibo
el final de un simulacro.
Epílogo de una no-historia.