Alguien abierto es el que respeta y acepta de modo tolerante que puede haber planteamientos distintos al suyo y se interesa por comprenderlos. En ese sentido, y sólo en ese, yo soy un hombre abierto. No lo es  el que se apunta a lo más moderno si desprecia a los que no lo hacen. No es más abierto el más radical, y de hecho, si eres realmente abierto, es difícil que no seas también moderado en todo. Conceptual Illustration of a open minded man. Human-computer. ThSer de izquierdas no es ser más abierto. La izquierda y la derecha son las dos ideologías políticas igualmente oficiales de nuestro tiempo. Si descalificas a los individuos en función de sus ideas, no eres abierto. No es más abierto quien se arriesga con todo tipo de drogas, ni el que practica todo tipo de sexualidad. No es cierto que haya que probarlo todo. No ensayo con nada que me produzca asco o cualquier tipo de rechazo o simplemente no me interesa. El mundo es infinito para el tamaño del hombre y, puestos a explorar, siempre hay otras cosas que sí que me interesan y no me degradan. No intentes aquello que pueda dañar tu salud o simplemente no te sometas a experiencias que puedan alterar tu personalidad de un modo indeseable e inconveniente. No hace falta que te apuntes a la comida vegetariana, la ecología o cualquier otra tendencia. Puedes hacerlo o no. Lo importante es que aceptes con normalidad lo que otros hagan si te respetan a ti. Cualquier actitud militante es lo contrario de una mentalidad abierta. Es abierto el que trata de entender al otro. No el que trata de ser como todos los personajes no convencionales que encuentra en su camino. Ser abierto no implica ser neutral, ni neutro, ni abstencionista, no supone carecer de un modo propio de ver la vida. No significa que tú tengas que poderme moldear. Ser abierto no significa carecer de identidad. No hay que ser amorfo. Se puede tener opinión, cualquier opinión, incluidas todas las posibles, hasta las más clásicas y extendidas. Ser abierto no implica tener que instalarse de por vida en la inmadurez.   Quien presuma de mente abierta, que me acepté a mí también en mi faceta de insufrible normalidad convencional. Entiéndelo bien de una vez: para ser abierto, no necesito ser como tú.