edificios-en-miamiDe lejos todo parece limpio y azul. Pero si te fijas, descubrirás que el mundo es mucho más ocre y viscoso de lo que se percibe a simple vista. Querría un café con hielo y un cigarrillo y, recuperados mis primeros anteojos, mirar hacia las montañas, o al horizonte, o al mar, o al cielo. Hacia enclaves remotos; puntos indeterminados. Pero no puedo. Ahora estoy ensuciándome los dedos en una inmediatez más pringosa y adhesiva. Me convertiré en un ser de ínfimo tamaño y allí quedaré atrapado sin llegar nunca a poder separar todos mis pares de patas de esta untuosa realidad por la que últimamente transito.