por enriquebrossa | 22 22+00:00 Feb 22+00:00 2019 | Según creo
Hemos sobrevivido a otras Navidades, a sus maratones gastronómicos y roscones y turrones, y copas y a las nostalgias, a los cotillones… Hemos sobrevivido a la pandereta del sobrinito insoportable, quítale también el matasuegras al otro, bajad la televisión, por favor, niño, deja de tocar las velas. A las lagrimitas de la abuela, a los momentos tirantes con la cuñada, la irritación de la anfitriona, al empacho, a los discursos, a los brindis, a las compras y despilfarros… A las Nocheviejas prolongadas más allá del amanecer,, a los excesos etílicos, a lamentables conversaciones sobre vino y champán evidenciando ridículas pretensiones enológicas, a la cena con los del trabajo, con los del cole, con los de la universidad, con los del equipo, a las llamadas telefónicas con personas con las que solo hablamos en fiestas, a las felicitaciones, a los olvidos imperdonables, ¡no me digas que te has vuelto a olvidar de llamar este año a… , !!! Hemos sobrevivido a las ausencias; a los recuerdos. Hemos sobrevivido a los desplazamientos por carretera, casi todos hemos sobrevivido, y a los atascos. Hemos sobrevivido al estreno de la infernal metralleta de Carlitos en la comida del día de Reyes, ¿pero de qué rey mago cabrón habrá salido ese cacharro? Hemos sobrevivido una vez más al oportunismo de los políticos, al engendro de la Navidad laica y a las muletillas sobre la paz y el amor; a los anuncios de fragancias que transmiten mensajes tan edificantes como la adoración de la pasta gansa y la subyugación sexual. Hemos sobrevivido a los programas musicales de televisión, a las películas navideñas con final estomagante… a las colas para empaquetar regalos, aunque nos falta pechar con los cambios y devoluciones.
Hemos sobrevivido, al menos yo, a los momentos de cierto reblandecimiento al ver a nuestros hijos, y su ilusión… el brillo de sus ojos. Al pequeño que disimula como que si no supiera lo de los Reyes.
Y la conclusión es paradójica. Donde he escrito sobrevivido podría sustituirlo por… sucumbido.
por enriquebrossa | 22 22+00:00 Feb 22+00:00 2019 | Según creo
Un déspota no es nada, no representa ninguna ideología. Solo es un fulano, un mal perro, un tipo tratando de abusar del poder. Los sátrapas no son ni de izquierdas ni de derechas. Pertenecen al mundo, a la especie. Son la faceta animal, simple, elemental, silvestre y patán de un humano. Quizás alguien que se sabe mediocre y trata de sobrecompensarlo y convierte su egoísmo gigante en una tortura para todos. No hagamos debate ideológico donde no lo hay. Salvo el de democracia sí o no. Quien matiza y pone adjetivos a las democracias… cuidado con él.
Los burros a la cuadra.
por enriquebrossa | 28 28+00:00 Oct 28+00:00 2015 | Según creo

Cuando los moderados estamos pensando, los radicales ya vienen vociferando, obsesionados con sus propias intenciones, aunque siempre denuncien los intereses de otros. Cuando los cabales optamos por contraargumentar, los sectarios llevan años haciendo agitación y propaganda. Mientras los demócratas aguantamos y respetamos, ellos lanzan piedras y dicen que la democracia son ellos. Cuando los respetuosos hablamos, los activistas ya han empezado a coaccionarnos. Los normales nos dedicamos a nuestro trabajo y nuestra vida. Los agitadores manipulan la situación y ponen palos en nuestras ruedas. Nos insultan, nos estorban y reclaman tolerancia.
¡Ponte en marcha! Deja el rebaño.
Esta es la hora de imponer sensatez. Tendremos que ser los sensatos. ¿Quién si no?
por enriquebrossa | 2 02+00:00 Jul 02+00:00 2015 | LIBROSSIANO, Reflexiones, Según creo
No estoy en la corriente general buenista. Creo que eso de querer ver siempre la botella medio llena es más un deseo y un ejercicio de voluntarismo que una visión realista de las cosas. La botella, esté como esté, se nos acaba poco a poco, esa es la verdad.
En mi opinión las cosas no suelen ser tan bonitas como la gente las quiere ver para no deprimirse. Siempre me acuerdo de un tipo que conozco que solía decir: «la vida es dura y al final te mueres». Esta frase me parecía muy divertida…. aunque no deja de ser cierta. Vamos, que vivo y convivo con mi negatividad, presumo de mi visión realista de las cosas, y creo que eso no me impide estar contento y disfrutar de las cosas.
Por lo general, yo también amo la existencia. Aprecio mucho el privilegio de latir durante un tiempo. Aunque no siempre la encuentre tan guapa como mí me gustaría, puedo besar a la vida con los ojos abiertos.
por enriquebrossa | 12 12+00:00 Jun 12+00:00 2015 | LIBROSSIANO, Reflexiones, Según creo
Hay una corriente de opinión mayoritariamente extendida según la cual muchas de nuestras necesidades son artificiales, y generadas por la sociedad.
Esto es evidentemente cierto, o al menos yo lo comparto. La necedad está en que, habiendo llegado a esa conclusión, alguien, algún iluminado radical, crea tener el derecho y la capacidad superior para poder decidir cuáles habrán de ser las necesidades buenas que se puedan permitir a los demás y cuáles serán las necesidades que habrá que erradicar por decreto. Sueñan con quitar la moda, los todoterreno, los objetos de lujo y ostentación, lo meramente estético, las televisiones y radios privadas, las joyerías, los vuelos a Estados Unidos… Ellos decidirán, cuando lleguen al poder, lo que será necesario y «necesitable». Las necesidades que ellos no comprendan quedarán eliminadas y el que tenga esos deseos, será quizás declarado enemigo del pueblo.
Esa filosofía demuestra que la primera necesidad que no comparten conmigo es la de libertad, cosa que me preocupa. La libertad de hacer lo que a uno le dé la gana, siendo adulto y sin dañar a nadie, equivocado o no.
Prefiero equivocarme yo a que me obligue a acertar el partido.
por enriquebrossa | 27 27+00:00 Nov 27+00:00 2014 | LIBROSSIANO, Reflexiones, Según creo
El progreso de la cultura occidental está en la caída paulatina de los estereotipos. Significa no tratarte de un modo especial en función de tu género, religión, procedencia, clase social, nivel cultural, profesión…. Es la extensión natural de una cultura de derechos humanos. Si en una reunión de profesionales hay cuatro mujeres y un hombre, la bromita de decir el hombre «estoy en minoría» no implica odio a la mujer ni mucho menos. Pero implica una mentalidad anticuada, porque en esa reunión hay cinco profesionales y lo demás es irrelevante. El sexo, la religión, o cualquier otra condición humana, puede ser importante, pero nada nos define totalmente y tratar a alguien en función de su etiqueta o estereotipo lo limita y es casi una falta de respeto. El caso más enfermo individual y socialmente es cuando el estereotipo alcanza el grado de prejuicio. Implica toda una opinión previa generalmente negativa respecto a personas. Los prejuicios son devastadores y generan las ideologías más nefastas. Por ejemplo el nacionalismo, que se basa solo en teorizar sobre opiniones arbitrarias del tipo nosotros somos así, los que no son así, no merecen ser de aquí. Los de fuera no son como nosotros. Mezclarnos con estos nos empeora, los de fuera quieren quitarnos lo nuestro. Históricamente, estas simplezas provocan las mayores catástrofes.
Obviar estereotipos nos moderniza, nos hace más cultos, más educados, más civilizados, más pacíficos y mejores personas. Combate los estereotipos. Combate los prejuicios. Combate los nacionalismos. Sea cuál sea tu posición política. Respeta a todos escrupulosamente y todos te respetarán. Haz un entorno social mas feliz.